La artroscopia puede usarse para diagnosticar o tratar un trastorno en el codo. Un trastorno puede ser crónico (continuo) o agudo (repentino). El uso constante del codo a lo largo del tiempo puede ocasionar problemas crónicos. Una lesión aguda puede deberse a una caída repentina, un golpe o un movimiento de torsión.
¿Por qué la artroscopia?
La artroscopia suele ser un método adecuado para operar una articulación. ¿Por qué?
Debido a los siguientes puntos:
- El cirujano puede detectar y tratar el inconveniente durante el procedimiento.
- El cirujano generalmente puede observar la articulación mejor que con la cirugía abierta.
- Se realizan incisiones más pequeñas que con la cirugía abierta. En consecuencia, usted podrá recuperarse más rápido y tendrá menos cicatrices.
Cómo funciona la artroscopia
Para ver el interior del codo, el cirujano empleará un artroscopio. Se trata de un instrumento delgado que contiene una lente y una fuente de luz. El artroscopio y otras herramientas especiales se introducen en el codo a través de portales (pequeñas incisiones). Valiéndose de una cámara, el artroscopio envía una imagen del codo a un monitor . Esto permite que el cirujano vea la articulación con mayor claridad.